¿Cuántas veces no hemos estado o presenciado situaciones en las cuales los agentes de tránsito municipal se aproximan amistosamente a los vehículos?
Es difícil hoy en día confiar en el honrado y venerable cuerpo de seguridad de Tehuacán, y en esta ocasión, me es un placer enorme hablar de los agentes de tránsito municipal.
Se supone que transito municipal deba velar por la viabilidad de las calles de nuestra ciudad, contrario a lo que podemos observar día a día.
Estos agentes de tránsito, deberían ponerse a reflexionar acerca del siguiente pensamiento que se me ocurrió: “Los semáforos no han venido a reemplazar su trabajo”. Y bueno seamos honestos, es lo que en las calles y avenidas principales de Tehuacán podemos observar, siendo estas las más congestionadas durante todo el día y a su vez, las zonas más riesgosas de la ciudad a pesar de los semáforos y del sofisticado sistema que nos da el paso.
Creo que se ha perdido el objetivo principal de las funciones que deben realizar estas personas. actualmente por lo poco o mucho que he podido observar, los agentes de tránsito solo se dedican a vigilarte como halcón, con el fin de detenerte cuando comentes una infracción, o bien, checan sigilosamente la procedencia de las placas de autos, para inventarte el cuento de que estas circulando en sentido contrario ya que es domingo de plaza.
En fin, una serie de aspectos para tomar en cuenta y poder concluir que transito municipal no está cumpliendo correctamente sus funciones, es por esto que a pesar de que algunas calles han sido despejadas por haber quitado estacionamiento público, muchas más se están viendo afectadas por el escaso servicio y atención que se les presta, con el pretexto de que no son avenidas principales. Pero ¿acaso a la hora de pagar impuestos (de los cuales sale el salario de individuos), te dicen: “Te haremos un descuentito porque tu casa no está sobre avenida principal”? Claro que no, al contrario mientras su chequecito llegue sano, salvo y completo a sus manos, lo demás es secundario; valiéndoles m$%es que nuestros impuestos formen parte de la remuneración que se les hace por el hecho de cumplir puntual y responsablemente su compromiso con la ciudad.
Y me encanta porque es típico encontrar a uno que otro agente despistado comiendo unos deliciosos elotes de catedral o refrescándose con un raspado en sus manitas (mismas donde debería estar en su “pitillo”, bueno su silbato). Ah que vida y trabajo tan pesado ese de controlar el tráfico de nuestra ciudad ¿no creen?
Al paso que vamos, creo que mi vecino, Don Cuquito va a ser el próximo jefe de Transito, ¿Por qué? Pues porque no hace nada de nada, pero como ch$/&a.
jueves, 22 de noviembre de 2007
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