¿Cuántas veces no hemos estado o presenciado situaciones en las cuales los agentes de tránsito municipal se aproximan amistosamente a los vehículos?
Es difícil hoy en día confiar en el honrado y venerable cuerpo de seguridad de Tehuacán, y en esta ocasión, me es un placer enorme hablar de los agentes de tránsito municipal.
Se supone que transito municipal deba velar por la viabilidad de las calles de nuestra ciudad, contrario a lo que podemos observar día a día.
Estos agentes de tránsito, deberían ponerse a reflexionar acerca del siguiente pensamiento que se me ocurrió: “Los semáforos no han venido a reemplazar su trabajo”. Y bueno seamos honestos, es lo que en las calles y avenidas principales de Tehuacán podemos observar, siendo estas las más congestionadas durante todo el día y a su vez, las zonas más riesgosas de la ciudad a pesar de los semáforos y del sofisticado sistema que nos da el paso.
Creo que se ha perdido el objetivo principal de las funciones que deben realizar estas personas. actualmente por lo poco o mucho que he podido observar, los agentes de tránsito solo se dedican a vigilarte como halcón, con el fin de detenerte cuando comentes una infracción, o bien, checan sigilosamente la procedencia de las placas de autos, para inventarte el cuento de que estas circulando en sentido contrario ya que es domingo de plaza.
En fin, una serie de aspectos para tomar en cuenta y poder concluir que transito municipal no está cumpliendo correctamente sus funciones, es por esto que a pesar de que algunas calles han sido despejadas por haber quitado estacionamiento público, muchas más se están viendo afectadas por el escaso servicio y atención que se les presta, con el pretexto de que no son avenidas principales. Pero ¿acaso a la hora de pagar impuestos (de los cuales sale el salario de individuos), te dicen: “Te haremos un descuentito porque tu casa no está sobre avenida principal”? Claro que no, al contrario mientras su chequecito llegue sano, salvo y completo a sus manos, lo demás es secundario; valiéndoles m$%es que nuestros impuestos formen parte de la remuneración que se les hace por el hecho de cumplir puntual y responsablemente su compromiso con la ciudad.
Y me encanta porque es típico encontrar a uno que otro agente despistado comiendo unos deliciosos elotes de catedral o refrescándose con un raspado en sus manitas (mismas donde debería estar en su “pitillo”, bueno su silbato). Ah que vida y trabajo tan pesado ese de controlar el tráfico de nuestra ciudad ¿no creen?
Al paso que vamos, creo que mi vecino, Don Cuquito va a ser el próximo jefe de Transito, ¿Por qué? Pues porque no hace nada de nada, pero como ch$/&a.
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jueves, 22 de noviembre de 2007
viernes, 9 de noviembre de 2007
¿SEGURIDAD? publica
¿Alguna vez se han puesto a analizar detenidamente el gran equipo de seguridad con el que cuenta nuestra querida ciudad? Bueno, pues quienes si lo han hecho, estarán de acuerdo en lo poco eficiente que es este servicio dentro de la ciudad, en primera porque no andan por el rumbo cuando más los necesitas y en vez de eso andan buscando chamacos “vagos” para chingarles unas tortas o un refresco; y en segunda porque el medio de transporte, gracias al cual realizan sus heroicas misiones, es de lo más deficiente.
Así es, las camionetas que utiliza “Seguridad Publica” parecen ya unos cacharros, y es que probablemente no se les da el mantenimiento adecuado ni necesario cada vez que esto es requerido; ignorando un poco que también los representantes de Seguridad Publica manejan como si la calle fuera de ellos.
Hace unos días encontré en internet un informe de lo que hacen nuestro representantes de gobierno a fin de tener un sistema de seguridad…. ¡¡MÁS SEGURO!! Valga la redundancia y sin la intensión de reclamos u ofensas; y bueno, entre términos que mi ignorancia no me permitió entender muy bien, y haciendo un breve resumen, este informe decía de manera detallada todo el equipo que se compró y la capacitación que se impartió, con el objetivo de estar mejor preparando en cuestiones de seguridad, lo cual me parece bastante bueno, pero el problema es que los policías de seguridad no portan todo el equipo que se señala se les compró, y desconozco la razón, pero me atrevo a pensar: ¿De verdad compraron todo eso?
Otro punto también, regresando al objetivo principal, son las camionetas; mejor conocidas por algunos como “Ranflas”. Así es, estas camionetas donde se transportan los oficiales están solo un poco dañadas. Si observamos con atención podemos ver que algunas ya no están completas en la parte de la batea; las piezas de la camioneta son detenidas con alambres o con mecates. Lo cual me lleva a cuestionarme: “Entonces, ¿Dónde queda todo eso de la capacitación que se les da a los oficiales? Si se invierte en seguridad pública, ¿Por qué están en tan mal estado las camionetas? ¿A dónde va a dar el dinero de los impuestos?
Una serie de preguntas a las cuales deberíamos prestar más atención, solo detengámonos a pensar un poquito: ¿Es realmente esa la clase de protección que nos merecemos y esperamos tener en esta ciudad que cada día se vuelve más insegura?
Así es, las camionetas que utiliza “Seguridad Publica” parecen ya unos cacharros, y es que probablemente no se les da el mantenimiento adecuado ni necesario cada vez que esto es requerido; ignorando un poco que también los representantes de Seguridad Publica manejan como si la calle fuera de ellos.
Hace unos días encontré en internet un informe de lo que hacen nuestro representantes de gobierno a fin de tener un sistema de seguridad…. ¡¡MÁS SEGURO!! Valga la redundancia y sin la intensión de reclamos u ofensas; y bueno, entre términos que mi ignorancia no me permitió entender muy bien, y haciendo un breve resumen, este informe decía de manera detallada todo el equipo que se compró y la capacitación que se impartió, con el objetivo de estar mejor preparando en cuestiones de seguridad, lo cual me parece bastante bueno, pero el problema es que los policías de seguridad no portan todo el equipo que se señala se les compró, y desconozco la razón, pero me atrevo a pensar: ¿De verdad compraron todo eso?
Otro punto también, regresando al objetivo principal, son las camionetas; mejor conocidas por algunos como “Ranflas”. Así es, estas camionetas donde se transportan los oficiales están solo un poco dañadas. Si observamos con atención podemos ver que algunas ya no están completas en la parte de la batea; las piezas de la camioneta son detenidas con alambres o con mecates. Lo cual me lleva a cuestionarme: “Entonces, ¿Dónde queda todo eso de la capacitación que se les da a los oficiales? Si se invierte en seguridad pública, ¿Por qué están en tan mal estado las camionetas? ¿A dónde va a dar el dinero de los impuestos?
Una serie de preguntas a las cuales deberíamos prestar más atención, solo detengámonos a pensar un poquito: ¿Es realmente esa la clase de protección que nos merecemos y esperamos tener en esta ciudad que cada día se vuelve más insegura?

Esto es un asalto!!!!
jueves, 25 de octubre de 2007
El suicidio y la marca de la fama

Ni aun los personajes más famosos y legendarios han pasado por alto el acto de atentar contra sus vidas, siendo casos como Kurt Cobain, Ian Curtis y Marylin Monroe, sólo algunos de los más controversiales, escandalosos y tétricos ejemplos de que el suicidio está presente en cualquier lugar, a cualquier hora y en un momento de debilidad abre la puerta a la desesperación sin importar edad, sexo ni clase social.
El suicidio es el acto de quitarse la propia vida. Siendo considerado por muchas religiones como un pecado, es también para otros una manera fácil de escapar de alguna situación humillante y dolorosa. Para considerarse suicidio, la muerte debe haber sido provocada por la victima misma y no debe ser resultado o consecuencia de alguna enfermedad o riña con alguien más.
Se ha logrado determinar una posible clasificación que enuncia que los suicidios se dividen en:
· Vicariantes: se acelera el acto de muerte, con la justificación de que no hay esperanza y solo existe sufrimiento.
· Perfeccionistas: no toleran ninguna disminución en su persona (sexual, física, económica, social, poder o prestigio).
· Hedonista: no soportan algún impedimento o disminución sexual por mínimo que sea.
· Transicionales: ante algún cambio optan por el suicidio.
· Sintomáticos: de quienes dependen de alguna enfermedad mental, psicosis, confusión mental, demencia o depresión.

El suicidio en la historia
Cuando se habla de la muerte, la mayoría piensa que si tuviera oportunidad, elegiría una muerte súbita y sin dolor. El hombre medieval, estaría aterrado por ello, ya que el hecho de no pasar por un periodo de dolor y arrepentimiento era (citando la obra Hamlet de Shakespeare), “morir en la flor del pecado”.
Las antiguas civilizaciones rechazaban y condenaban el suicidio: el cuerpo del suicida era castigado, arrastrado por el piso, y no era sepultado en la Iglesia.
El suicidio ha estado ligado a la humanidad y sus costumbres: los mayas, veneraban a Ixtab, la diosa del suicidio.
El suicidio tiempo atrás era algo vergonzoso para la familia; era sinónimo de debilidad y conducta inadecuada. Actualmente, se ve como un caso de enfermedad, se acepta y denuncia, por lo que la cifra ha aumentado de manera alarmante. Es un problema que los especialistas consideran un rasgo moderno, un mal del siglo.
El sociólogo francés Emile Durkheim, señala que el suicidio es un fenómeno provocado por causas sociales, por tanto, el suicidio es un hecho social.
Durkheim distingue cuatro clases de suicidios:
1) Egoísta: carencia de integración social.
2) Anómico: falta de compromiso social, sentirse fuera de ella.
3) Fatalista: cuando existe un compromiso enorme con la sociedad.
4) Altruista: característico de sociedades con alto grado de integración social.

El suicidio, ya es tan normal en nuestra vida actual, que en muchas ocasiones ya no nos ponemos a pensar en alguna posibilidad para detener o evitar este fenómeno. En algunas opiniones que he consultado, he podido apreciar que, la mayoría, opina que los suicidios (en su mayoría en adolescentes) son a raíz de problemas familiares, desintegración del hogar, falta de atención de los padres y completa falta de contacto con los hijos. A pesar de las diversas campañas en pro de la valoración de vida, no se ha podido encontrar una solución que realmente funciones para disminuir el suicidio como una salida.
Piensa bien las cosas antes de tomar una decisión, no todas las situaciones pueden ser tan malas como para creer que no existe una manera de solucionarlos. ¡Cuídate! Tu vida es invaluable y muchas personas más te quieren y cuentan contigo, no te dejes vencer y no le abras la puerta a la desesperación, las consecuencias pueden ser mortales.
El suicidio es el acto de quitarse la propia vida. Siendo considerado por muchas religiones como un pecado, es también para otros una manera fácil de escapar de alguna situación humillante y dolorosa. Para considerarse suicidio, la muerte debe haber sido provocada por la victima misma y no debe ser resultado o consecuencia de alguna enfermedad o riña con alguien más.
Se ha logrado determinar una posible clasificación que enuncia que los suicidios se dividen en:
· Vicariantes: se acelera el acto de muerte, con la justificación de que no hay esperanza y solo existe sufrimiento.
· Perfeccionistas: no toleran ninguna disminución en su persona (sexual, física, económica, social, poder o prestigio).
· Hedonista: no soportan algún impedimento o disminución sexual por mínimo que sea.
· Transicionales: ante algún cambio optan por el suicidio.
· Sintomáticos: de quienes dependen de alguna enfermedad mental, psicosis, confusión mental, demencia o depresión.

El suicidio en la historia
Cuando se habla de la muerte, la mayoría piensa que si tuviera oportunidad, elegiría una muerte súbita y sin dolor. El hombre medieval, estaría aterrado por ello, ya que el hecho de no pasar por un periodo de dolor y arrepentimiento era (citando la obra Hamlet de Shakespeare), “morir en la flor del pecado”.
Las antiguas civilizaciones rechazaban y condenaban el suicidio: el cuerpo del suicida era castigado, arrastrado por el piso, y no era sepultado en la Iglesia.
El suicidio ha estado ligado a la humanidad y sus costumbres: los mayas, veneraban a Ixtab, la diosa del suicidio.
El suicidio tiempo atrás era algo vergonzoso para la familia; era sinónimo de debilidad y conducta inadecuada. Actualmente, se ve como un caso de enfermedad, se acepta y denuncia, por lo que la cifra ha aumentado de manera alarmante. Es un problema que los especialistas consideran un rasgo moderno, un mal del siglo.
El sociólogo francés Emile Durkheim, señala que el suicidio es un fenómeno provocado por causas sociales, por tanto, el suicidio es un hecho social.
Durkheim distingue cuatro clases de suicidios:
1) Egoísta: carencia de integración social.
2) Anómico: falta de compromiso social, sentirse fuera de ella.
3) Fatalista: cuando existe un compromiso enorme con la sociedad.
4) Altruista: característico de sociedades con alto grado de integración social.

El suicidio, ya es tan normal en nuestra vida actual, que en muchas ocasiones ya no nos ponemos a pensar en alguna posibilidad para detener o evitar este fenómeno. En algunas opiniones que he consultado, he podido apreciar que, la mayoría, opina que los suicidios (en su mayoría en adolescentes) son a raíz de problemas familiares, desintegración del hogar, falta de atención de los padres y completa falta de contacto con los hijos. A pesar de las diversas campañas en pro de la valoración de vida, no se ha podido encontrar una solución que realmente funciones para disminuir el suicidio como una salida.
Piensa bien las cosas antes de tomar una decisión, no todas las situaciones pueden ser tan malas como para creer que no existe una manera de solucionarlos. ¡Cuídate! Tu vida es invaluable y muchas personas más te quieren y cuentan contigo, no te dejes vencer y no le abras la puerta a la desesperación, las consecuencias pueden ser mortales.

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